Editorial: Miraguano Ediciones, 1989
206 páginas
Lo primero que hay que destacar de Fantasías es que se trata de una obra publicada en el año 1858, por lo que forma parte de los orígenes del género fantástico moderno. George MacDonald dibuja una historia ingenua, sin que esto lo desprestigie, en la que un protagonista único es arrancado de su realidad para embarcarse en un viaje iniciático dentro de un mundo de cuento de hadas. El libro posee muchos de los ingredientes que ya se han convertido en clásicos de la fantasía moderna, mientras que el modelo de héroe que encarna el protagonista también ha sido repetido posteriormente.
Fantasías es un libro que surge de la influencia de los cuentos, y de la necesidad de evasión o de encontrarse a uno mismo, que experimenta todo ser humano. Puede que George MacDonald sea de los primeros que haya escrito una historia de este tipo con la pretensión de llegar también al público adulto. “Un cuento de hadas para hombres y mujeres”, lo subtitula.
Esta mención es importante. Hay que reconocerle al autor el mérito de ser pionero en catapultar el género fantástico fuera de los cuentos para niños, las leyendas y el folclore popular. Alicia en el País de las Maravillas, por poner un ejemplo de relato fantástico orientado a adultos, se publicó por primera vez en 1865, siete años después que el libro de MacDonald.
“¿Existe el país de las hadas, hermano? Y tú contestaste: Sí, supongo que sí. Si es que alguien puede encontrar el camino.”Por hacer una breve introducción a los orígenes del género, cabe destacar el papel de obras medievales inspiradas en las sagas escandinavas, la mitología céltica y la nórdica, como Beowulf o el Cantar de los nibelungos, precedidos de los poemas épicos antiguos, como La Odisea, donde se queda dibujado el papel de héroe, y seguidos de las novelas de caballería. En el siglo XVII, los ‘cuentos de hadas’ de Madame D’Aulony - definición acuñada por la propia autora - darán continuidad a los elementos fantásticos, que también perviven en los cuentos populares de Charles Perrault.
Ya en el siglo XVIII pueden hallarse ingredientes del género fantástico en el cuento de terror gótico. Después los intereses literarios se vuelcan hacia el realismo, que será la corriente dominante durante gran parte del XIX. Es a partir de Fantasías y otras obras de la época, cuando los rasgos del género empiezan a saltar del relato a la novela, logrando consistencia en su nuevo formato y dando inicio al periodo moderno.
El protagonista de Fantasías, de George MacDonald, se llama Anodos (sin camino o en ascenso, en griego). El libro está escrito en primera persona, por lo que toda la carga narrativa recae sobre héroe. Comienza con la presentación del personaje, que acaba de cumplir veintiún años, haciendo hincapié en un recuerdo con componentes fantásticos, que el propio Anodos no sabe si realmente lo soñó o fue real: al rebuscar en un viejo mueble se le apareció un hada. A la mañana siguiente su habitación se inunda, parece que de su alfombra brota hierba y, de repente, se encuentra ante un camino rodeado de árboles que lo llevan al ‘País de las Hadas’.
Así comienza la aventura del protagonista, que llega a un bosque – qué mejor sitio para aterrizar en un mundo de fantasía – , donde es alertado por una mujer y su hija sobre los peligros que se ciernen sobre él. Sin embargo, Anodos se deja embaucar por una dama de mármol, el ideal de belleza, y cae en una trampa, salvándose por poco. En esta primera etapa el personaje se caracteriza por actuar de un modo demasiado ingenuo, como guiado por fuerzas sobre las que él no tiene control. Hay una especie de deriva mágica que lo arrastra como una corriente, sin que él tome decisiones.
La poca entidad que demuestra el personaje lo convierte en poco más que una marioneta que se mueve con los impulsos del País de las Hadas. Otro elemento que destaca del texto es su carácter descriptivo. Cabe pensar que al tratarse de una obra que introducía un universo novedoso es necesario formar imágenes para el lector, que sí sabía cómo era un árbol pero podía tener una idea difusa sobre la apariencia de un hada.
El protagonista vive una sucesión de aventuras cuyo fin es hacerle madurar. Algunas de estas vivencias están ancladas en el folclore y la tradición literaria que existía del género. Destaca la búsqueda del ideal de belleza. El personaje va tras una dama blanca que aparece esporádicamente durante todo el libro.
Entre las aventuras que corre, el personaje vive un tiempo en un palacio, en soledad. Después recala en la casa de una anciana, de ojos jóvenes, y cuyo papel se asemeja al de una madre o una abuela, con el regazo siempre dispuesto para que Anodos llore sus penas. También tiene un enfrentamiento con unos gigantes y es armado caballero tras obtener la gloria. Estos sucesos contienen todos ellos elementos clásicos del género fantástico.
Desvela el final
El desenlace de la obra contempla a un personaje más entero que en el inicio. Tras haber pasado por diferentes pruebas y haberlas ido superando, ha adquirido lo que se podría denominar como sabiduría y una especie de ideal caballero. Es esta nueva forma de ser la que lo hace sacrificarse por una causa justa, con lo que se llega a una transformación completa del protagonista.
Se puede entender toda la estancia del personaje en el País de las Hadas como una transición desde la infancia hasta hacerse adulto. La muerte en el mundo de ficción - aparte de tener una interpretación cristiana, que muestra la continuación de la vida después de muerto, presentando este trance como un paso hacia una nueva existencia – podría verse como el fin de la niñez, el destierro definitivo del mundo de las hadas. Aunque el libro termina con un guiño a la esperanza, ya que un último detalle mágico indica al protagonista que sus vivencias han sido reales y que el País de las Hadas existe.
En la línea del pensamiento cristinao, y más concretamente dentro de la filosofía calvinista, también se podría ver el cómputo del libro como una especie de señal - explicita y exhaustiva - de lo que le espera al personaje en 'la otra vida'.
La historia interminable y Alicia en el País de las Maravillas
Fantasías de George MacDonald ha tenido una gran influencia en la literatura fantástica que se ha escrito posteriormente. C.S Lewis, autor de Las crónicas de Narnia, reconoce parte de su inspiración en este libro, así como Tolkien.
Al comparar brevemente Fantasías con otras obras surgen puntos comunes y dispares. Con Alicia en el País de las Maravillas existen claras diferencias. Ambos protagonistas llegan a un mundo de ficción de repente, pero Alicia se rebela contra el absurdo del mismo, mientras que Anodos se deja llevar en todo.
El personaje de Bastian, de La historia interminable (publicada en 1979), tiene en común con Anodos el aparecer de improviso en un mundo fantástico y comparte asimismo su ingenuidad. En un principio se deja llevar por los acontecimiento hasta que empieza a tener autonomía.
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